Superviviente Natsuki Ishikawa
Nombre.- Natsuki
Apellido.- Ishikawa
Edad.- 23 años
Sexo.- Femenino
Origen.- Tokio. Significado del apellido “Río de piedra”
Descripción psicológica: Es descendiente de una gran saga de empresarios ilustres del Japón. Terminó sus estudios y se volcó de lleno en su nueva compañía de publicidad. Ella espera que sea la primera de una gran cadena de empresas y así seguir con la tradición de su familia. Su carácter, por lo tanto, es fruto de una estricta enseñanza familiar. Es muy inteligente, controladora y exigente, seria y reservada, tajante con sus decisiones en todo lo concerniente al ámbito laboral. Su carácter cambia con los suyos, mostrándose respetuosa con sus mayores y muy social con sus amistades, convirtiéndose en una chica normal, jovial y simpática, típica de su edad.
Que le gusta: Le gusta la naturaleza, la lectura y salir con sus amigos cuando el tiempo libre se lo permite. Valora a sus amistades, son pocos pero buenos, sabe que puede confiar en ell@s y adora a su familia.
Que odia: La gente desordenad@, vag@, y mentiros@....
Aunque parezca mentira odia la comida cruda, el sushi no lo soporta, pero sobre todas las cosas, odia a los Zombies y a los causantes de todo este caos, que le han hecho tener que viajar, cambiar, dejar, y modificar todo lo que tenía meticulasemente planeado para su bienestar y comodidad.
Profesión: Licenciada en empresariales y Gerente de Ishikawa Imagen y publicidad.
Historia:
Todo está oscuro, llueve, me encuentro debajo del saliente de un edificio, sentada, vigilando, camuflada gracias a la espesura de las plantas que por allí colgaban, acompañada del arma que aseguraba mi existencia. Se oyen los truenos de fondo. La guerra por la supervivencia había empezado otra vez en un abrir y cerrar de ojos.
Tras la aparente tranquilidad, muchos habían decidido reconstruir sus vidas, y otra vez, se veían amenazadas. Yo era una de las que seguían en activo, me hubiera gustado reconstruir mi antigua vida, empezar otra vez, aunque fuera doloroso por la ausencia de mi familia, que por desgracia había perdido. Anhelaba la comodidad de mi hogar, y la compañía de los míos, anhelaba mi trabajo, aunque me levantara muchos quebraderos de cabeza y terminase agotada al final del día, preferiría mil veces eso a no tener que aguantar esto, no verme obligada a matar, no verme obligada a ver tanto horror. Quien me iba a decir a mí, que a mis 23 años, sería una experta en armas y que apretar un gatillo ante un zombie no supondría para mi ningún esfuerzo y que la lucha cuerpo a cuerpo tampoco fuese una dificultad. Desde luego había aprendido a puro golpe, pero si algo me caracterizaba es que no me rendía fácilmente.
Recuerdo la primera vez que me enfrenté a uno de ellos. En la reunión de esa mañana se exponía uno de los anuncios publicitarios para la campaña de navidad de una conocida marca. Le estaba diciendo a Jeremy que no me gustaba, que hiciese algunos cambios, porque de esa forma no me transmitía nada. Empezó a ponerse rojo, al principio supuse que había montado en cólera, pero empezó a temblar, a sudar. Con un salto y sin esfuerzo alguno, se subió a la gigantesca mesa de reuniones y vino caminando torpemente hacia mi, pisando por el camino los micrófonos de cada uno de los puestos, pisó el aparato de videoconferencias que se encontraba justo en el centro y me sorprendió, era como si le hubiera pasado una apisonadora, sin el menor esfuerzo, lo había aplanado de una manera inhumana, volví mi mirada hacia él, sus ojos habían cambiado a un color infernal, su piel estaba brotada de ronchas rojas supurosas. Me levanté de mi asiento y retrocedí a la vez que él saltaba encima de mí. Dios, había sido como si chocara a 100 Km/h con un bloque de cemento armado. Me propinó un puñetazo en toda la cara y empecé a sangrar, intentó morderme; torpemente, al alargar mi mano puse en marcha la trituradora de papel, mi mano buscaba a tientas algo con que defenderse, hasta que agarré un pisapapeles de piedra. Lo golpeé en la cara con todas mis fuerzas. Jeremy cayó de lado, agitaba su cabeza como intentando espabilar del shock del golpe, momento que aproveché para salir de donde estaba arrastrándome hacia atrás, vi que se recuperaba rápidamente, la trituradora estaba al lado, metí su corbata en ella, se la fue tragando hasta que quedó con la cara pegada en el aparato. Agradecí que esos aparatos estuvieran fijados al suelo. Aunque cuando ya estaba empezando a tranquilizarme porque aparentemente lo tenía atrapado, veía como con cada sacudida que le propinaba el aparato iba cediendo, así que salí corriendo. Odio recordar el panorama que me encontré en la oficina principal al salir de allí, fue una odisea y si no fuera que conocía mi compañía como la palma de la mano, no lo hubiera conseguido. Accedí a sitios que el personal desconocía y pude salir al exterior, el panorama no volvía a ser alentador, todo era confusión, miedo, no, no quiero recordar. Lo que está claro, es que desde aquel momento tuve que aprender, me gustase o no, a permanecer viva y sana. Dentro de lo que cabe tenía suerte, provenía de una familia apoderada y gracias a ello pude abrirme camino entre tanto caos.
Antes, nunca me había interesado la política. Yo seguía la mía propia y me había venido muy bien. Sabia en resumidas cuentas, que pretendía cada partido que aspiraba al poder, no era de las que discutía e intentaba convencer a otros mi punto de vista. Tampoco seguía las noticias todos los días, solo me centraba en los anuncios y en el estudio de la competencia. Ahora, había aprendido a leer entre líneas las informaciones que llegaban del gobierno, ninguna noticia nacional o internacional se escapaba de mi alcance y en menos de lo que se tarda en decir nada, mi alarma se había encendido, los teníamos otra vez en acción.
Se suponía que me encontraba en una zona asegurada, zona elegida por los militares para traer a la gente sana y protegerlas de la pandemia, pero de seguro no tenía nada y aun estando en conocimiento de que esto estaba plagado de zombies, seguían trayendo gente sin cesar. A lo lejos se acercaba un nuevo camión, lleno de personas que creían que aquí vivirían con cierta tranquilidad hasta que todo terminara, estaban muy lejos de la realidad.
De pronto se escuchó una gran explosión, pude ver como el camión volcaba y como un grupo de zombies se acercaban en busca de comida. Hice diana en varios de ellos cuando me di cuenta que había supervivientes. Se subían encima del camión, estaban armados y se defendían contra ellos. Así que abandoné mi posición, tenía que ayudarles, agarré varias armas y salí hasta donde estaban.
Tema: Ficha de la superviviente Natsuki Ishikawa 
Mar Mayo 18, 2010 1:00 pm
